Quizá llega un poco tarde...

... pero no he podido resistirlo, al fin y al cabo es viernes. A destacar:

• Los valores que ensalza, como la amistad incondicional y el entusiasmo mostrados por la poco agraciada chiquilla escuálida de melena lacia ("¡Yo te ayudooo!").
  
  
• El correctísimo empleo del lenguaje castellano, sustituyendo una palabra tan poco eufónica y tan low class ("tareas") por otra mucho más propia de Carmen Lomana y la high society ("quehaceres" o queraseres, la nueva "gestiones").
  
  
• La recuperación de la explotación esclavista, aplicada aquí cual técnica de ETT a esos amiguismos aprovechados que tanto celebramos: la gorda que pide ayuda desesperada se toca el toto mientras la pobre chiquilicuatre pasa el trapo en una actividad frenética.
  
  
• Llevar una ortodoncia vintage de los 60 no es óbice para mover la cabeza y hacer gestos al más puro estilo "negra chunga" (00:26). Es más, suma puntos y te robas el show.
  
  
• "Curso del 63" empieza a hacer mella en nuestros jóvenes: "No quiero limpiar, pero yo debo". Nótese el yo enfático, las jaretas del coño son exabruptos del pasado.
  
  
• La familia de la gorda explotadora ensalza la importancia de los estudios superiores y la titulación, como bien atestiguan sus numerosos diplomas del minuto 00:52.
  
  
• Siempre dirigido a la adolescencia irresponsable, el control de la natalidad hace acto de presencia equiparando un feo muñeco de bebé al perro. De igual modo, el consumismo es duramente criticado mediante el empleo de un pienso de marca blanca.
  
  
• La obsesión por la limpieza y la pulcritud alcanza su cénit cuando la poderosa terrateniente entrada en carnes alcanza el éxtasis pronunciando la palabra "aspiradora". Ese rostro y esa voz son los de quien ha tenido la revelación última.
  
  
• Los bailes tipo Pulp Fiction y Saturday Night, tan revival y exponentes del japi pop, son retomados por estas dos adalides en un inusitado arranque de coolhunting. Bien.