22 de octubre de 2009

¡Hola, soy una vieja!



Hola, me llamo Katrien Verbeeck, pero todos me llamáis Kate Ryan, los que me llamáis. La gente se piensa que soy francesa pero en realidad soy belga, de ascendencia holandesa. Nací en Tessenderlo, que es el equivalente belga de Boyuyos del Condado y ya desde pequeñita demostré mis aptitudes como vocalista especializada en vocoder. Mi voz se fusionaba perfectamente con el órgano eléctrico de la parroquia, entonces decidí que quería hacer música Dance, aunque aún no tenga muy claro lo que es o si me he equivocado de época.



Ya en el 2002, y con 22 añitos y la apariencia de una secretaria peliteñida de 40 inflada con hormonas, me tiré a un par de DJs de una verbena de mi pueblo que me produjeron mi primer disco: “Diferente”. Fue un gran éxito en todos los polígonos industriales y demás lugares de extrarradio, en especial los singles “Desencantada” y “Libertina”. Se ve que un día me había comido demasiado cristal y me puse a buscar palabras que desconocía en un diccionario que encontré entre las cajas de pizza y los aluminios de codillo con los que me alimentaba y las utilicé como títulos. Canté en inglés y en francés. Y en mis videoclips me vestía de cuarentona apretada con cara de pepona mientras me daban azotitos. ¡Auch! Qué traviesa…

Luego un día fui a Eurovisión, pero ya nadie se acuerda, no me acuerdo ni yo. Sólo recuerdo mucha luz y brilli-brilli. También hice mucho el ridículo cantando una absurda canción en spanglish a dúo con la logopeda favorita de España, Soraya, que viene de un lejano país llamado Extremaduya. La cantamos una vez en la televisión y nunca más se supo de ella. Se llamaba “Tonight we ride”, que en castellano quiere decir “No digas que no”. Qué raros son estos españoles.

Como estuve varios años tocándome la chirla y sin ningún éxito reseñable, me dediqué a adelgazar y conocí a una peluquera que me enseñó unas revistas donde la gente parecía que tenía estilo, así que decidí copiarlo.

Tras descubrir que nunca tuve ninguna imaginación, me he dedicado a hacer más versiones dance de canciones de gabachas viejas como yo pero que nacieron antes que yo. Entre las cuales se encuentran “Viaje, viaje” y “Ella lo tiene”. La idea de vestirme de azafata cachonda sirviéndome a mí misma fue mía. Se nota, ¿verdad?

Ahora, que sigo aparentando 45 bien llevados, ya puedo ponerme minishorts y mucha pedrería. Así que regreso con una versión de “En el coche de papá” y no hago más que preguntar “¿Dónde está? ¿Dónde está?” como si de un Ashton Kutcher me tratase. El videoclip está inspirado en “El Rey León visita la ciudad”. Os dejo con él:

2 comentarios:

Madame sarna dijo...

Eso pensé yo hace años... porque cuando descubres la edad de la Ryan flipas.
La pierde que es fea de cojones y que lleva un piercing en la lengua como que es lo puto más...Ni que fuera la negra de las Spice allá por el 97!!!
Babacar tiene un pase por esos negros venidos a más y por la buena iluminación en la salita de croma, pero todo lo demás me sobra...icluido el momento miradme el chichi

Lady Ja Ja dijo...

Es que todo en ella inspira como algo ya pasadísimo.