La correcaminos

Hoy nos hemos despertado con la noticia de que Taylor Mitchell, una cantante canadiense que no conoce ni su madre (que ya sólo el nombre aburre), por fin se ha hecho famosa. Os preguntaréis qué canción o qué álbum es la que le ha llevado a la fama durante esta semana; o qué single suyo es el más radiado por las emisoras mundiales; o si a lo mejor ha sacado un recopilatorio con sus Greatest Hits. Pues la verdad es que no es ninguna de estas opciones. Es una mucho más definitiva para su carrera.

La susodicha, en plena búsqueda de inspiración, decidió salir a un bosquecito que había cercano a su casita de campo para pasear por la pradera, hablar con los animalitos, recoger flores y frutos rojos para su cesta, y si la cosa se ponía interesante incluso hacerse un picnic. Resulta que paseando por el bosque en plan tralarí tralará, la cantautora se encontró dos pequeños coyotes muy monos haciendo unos ruiditos muy graciosos. La artista, muy concienciada con la naturaleza y a sabiendas que ése era su medio, decidió acercarse a hablar con ellos y echarles unos piñones para que almorzasen. Pues bien, los pequeños coyotes... ¡SE LA COMIERON VIVA! Se zamparon enterita a la compositora, cantante y guitarrista. ¿Se habrán inspirado el par de animalitos en los fabulosos "El Coyote y El Correcaminos"? ¡AL FINAL SÍ HUBO PICNIC!

¿Por 20 dólares cubanos, qué cantautor/a español te gustaría que fuese a buscar frutos rojos al bosque? Por ejemplo, Rosana. Un, dos, tres, responda otra vez...