"Le llamé rubia tonta, pero eso no es un insulto"

Desde luego, hay personas con muy poco sentido del humor, y si hay algo que los japis odiamos especialmente es la falta de sentido del humor. Una de estas personas que desde ya calificamos de antijapi total, es una rubia inglesa llamada Jordan Wimmer, en la foto esa mujer pegada a la nariz del primer plano, que ha denunciado a su jefe simplemente porque el hombre trataba de hacerles a sus empleadas la jornada laboral mucho más llevadera a base de chistes sobre mujeres para que no se sintieran discriminadas, bromas ocurrentes del tipo: "¿Quién es tu mejor amigo? Mete a tu perro y a tu novia en el maletero de tu coche durante una hora y verás quién te sigue queriendo cuando lo abras", o llevando a prostitutas a las reuniones seguramente para crear un ambiente laboral mucho más desenfadado y familiar. El entrañable y simpático anciano ha argumentado, con toda la razón del mundo, que no se trata de ningún insulto llamar a una rubia “rubia tonta”, que es más bien un pleonasmo o redundancia como decir “nieve blanca”. Pero como ya hemos visto, esta rancia secretaria o como mucho auxiliar administrativa no se lo ha tomado igual, y, ofendidísima, ha decidido emprender acciones legales para, con una maldad y avaricia nunca vistas, privar a este noble señor de los ahorros que debió destinar con todo su esfuerzo a sus últimos años de vida, que ya serán muy pocos.

Si es que hay gente que no tiene corazón.